Garrote | A pesar de los anuncios oficiales, no se ven los resultados en las calles de la ciudad.
Crecen las quejas de la ciudadanía por el alto número de personas que amanecen tiradas en los andenes y que en muchas ocasiones, ocupan el espacio público a plena luz del día. En pleno centro de Armenia ya es costumbre que la gente se tenga que bajar a la calle porque hay alguna persona tirada en el piso.
La mayoría de habitantes de calle consumen sustancias psicoactivas y el expendio de estupefacientes se sigue dando de manera normal. La comunidad pide que intervengan las denominadas ollas. «Todo mundo sabe donde vendel el vicio, pero la policía no hace nada», manifestó Pedro Aristizábal, un seguidor de nuestro medio de comunicación, muy preocupado por el deterioro social de la ciudad.





